La mejor de las cocinas. Quizás la más potente y siempre evolutiva. Cocinamos amor, cariño, pasión, amistad, romanticismo, dulzura, pero a veces también cocinamos odio, desesperanza, abatimiento, enemistad, maldad. Todo un cúmulo de sabores agradables y amargos que dejan huella en nuestro caminar por la vida.Sensaciones diferentes y para todos los gustos. Ingredientes variados para según que situaciones. Pero seguramente en nuestra cocina del corazón, siempre buscamos lo menos dañino, aunque a veces lloremos como si peláramos cebollas. Intentemos no almacenar cosas que perjudiquen nuestra salud y acabe estropeando nuestros fogones del corazón. Eliminemos todo aquello que lo único que consigue es quemar nuestra cocinita más preciada. Cuidemos de él, ya que solo las cosas más tiernas, harán que admiren nuestro arte culinario mezclando sabores agradables. No avinagremos nuestro corazón, o acabará pudriendo los mejores ingredientes.
Cocinando con mi corazón, amor, cariño y otras cosas dulces, os saludo desde mi rincón, esperando sea del agrado de todos.
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