Por fin sentí el placer que tanto necesitaba. Un día lluvioso que ya huele a primavera. Al salir esta mañana, ya vi árboles que empiezan a florecer. Satisfecho y feliz, pero a la vez preocupado por el cuidado de mi jardín. Necesita más atención, mas cuidado, más cariño y mas amor. Espero que poco a poco ese sol que parece querer asomar más caliente, vaya haciéndose más presente y que no abandone este jardín. Sus flores y sus árboles lo necesitan.
Sigo surcando los mares de mi imaginación en la oscuridad de la noche. Acompañado solo de una luna que pretende enamorar al mar. Pero ya está a punto de salir el sol para quitarle el momento. El sol lo quiere solo para él. Así llevan luchando millones de años, intentando conquistar al mar, pero este no se deja. Ya tiene bastante con tener abrazado entre sus brazos convertidos en olas a la tierra. El agua son sus lágrimas que suspiran por adentrarse más y más y apoderarse del corazón de la tierra.
Este navegante vuelve a surcar las aguas del mar para poder disfrutar de una naturaleza impresionante. A ver si logro ver sirenas, o tan solo escuchar su cantar. Mientras me adentro en las profundidades, me parece observar que los delfines ya se acercan desde mi proa. Parecen darme la bienvenida y no parecen venir solos. Les acompañan los tiburones para comerse todos los miedos que me sacudo fuera del barco. Una alianza muy bonita. Delfines y tiburones unidos. El mar parece estar de mi lado y la calma de sus aguas así me lo indican. Vigilo mi rumbo y creo no estar mal encaminado. Unos pájaros viajeros se han posado en mi velamen, y parecen indicarme que sobre el más lejano horizonte puedo encontrar sirenas jugando y chapoteando en la superficie del mar. Espero no espantarlas. Me dicen que una tiene ojos de diversos colores, pero espero encontrar unos ojos verdes como la esperanza y de tonalidades turquesa. El sonido que provoca el surcar de mi velero, me producen una paz y una calma difícil de describir. Apenas sin viento, avanzo poco apoco asomándome por la borda para poder ver y escuchar a los delfines que me acompañan.
A veces el sol juega al escondite conmigo, pero sé donde encontrarlo gracias a su voz suave que me susurra sin cesar. La brisa me trae su dulce sonido y sé que está escondido detrás de las nubes amenazantes de lluvia por pura envidia.
Parecía que la primavera estaba a punto de llegar, pero de repente volvieron a bajar las temperaturas en picado. Las nubes lloraban lagrimas de nieve, y el frío hace mella en la tierra. Montañas que se visten de blanco, lo mismo que las ciudades y pueblos.Puede que seguramente sean los últimos coletazos del invierno, ya que en dos ocasiones me aventuré adelantarme a la primavera en este blog. Parece que el clima quiera tomarme el pelo una vez más pero, seré más cauteloso y esperaré a que esta quiera aparecer. Las dos veces a sido escribir sobre la primavera, y en cuestión de horas el frío asomaba por la puerta. Es como si me escuchara en silencio tras ese marco. De blanco han estado zonas poco acostumbradas a verlo. Como si ese manto fuera el vestido de novia de una primavera que pronto espera deslumbrar.
Si, voy a poner un estanque en el jardín de mi imaginación. Justo delante mío. Será un estanque que cambie continuamente de forma según como se mire. Quiero que tenga una pequeña cascada por el que resbale el agua fresca y acaricie las piedras que colocaré con mucho tacto. Quiero que el dulce sonido en el descenso tranquilo y suave del agua, suene a música celestial. Donde los pájaros trinen a coro con el correr del agua.
Con el aire casi renovado y el frío que parece remitir, me siento más vivo que nunca. Con la edad que tengo parece revivir en mi, la juventud. Ya casi noto el frescor de la hierva brotar, y el color de las flores casi por aparecer. Aún en mi jardín sigo cuidando todo lo que planté con esfuerzo, cariño y amor. Los árboles parecen más altos que la primavera pasada, pero aún espero verlos con los colores verdosos y lilas más brillantes que el año pasado. Mis flores parecen renacer de la nada, aletargadas de un frío invierno. Creo adivinar que esos pequeños brotes que surgieron ya hace algunos años se vuelven más hermosos y van creciendo con felicidad y orgullo. Parecen decir "aquí estoy". Por cierto, ya quité la fuente que estaba junto a una de las flores más dulces. Creo que se agarrará con fuerza a la vida. La fuente la trasladé a otro espacio. Un espacio lleno de sombras algo espesas y espero que abriendo sus aguas le den un frescor más natural.
Al fin pude salvar mi preciado velero. Gracias a Dios no ha ido a mayores los pequeños toques con el arrecife. Como decían los antiguos griegos, tengo a los dioses de mi parte, y ellos se encargarán de cuidarme. Yo aquí, solo, y solo los dioses guardan por mí. Ahora es mi deber de cuidar de mi embarcación. Con ella he navegado por aguas placenteras hasta hacerme con el timón. Pero una imprevista tempestad hizo que agudizara mi ingenio para dominar la situación. Ahora que todo pasó me encuentro más feliz. Mi vida a salvo, pero lo que más me importa es mi velero.
El sol vuelve a salir y las aguas parecen más tranquilas. Los bucaneros parecen desaparecer, y los arrecifes ya los puedo divisar. Parece que mi velero no ha sufrido daños irreparables, solo algunos rasguños en la quilla, pero bueno, en esa pequeña isla que observo ya cerca de mí, los repararé para dejarlos como nuevos.
Pasé la noche dando vueltas y más vueltas. Una noche incómoda y extraña, solo con el único objetivo de buscar un rincón donde refugiarme de la tempestad y de los bucaneros. Parece que la niebla me acompañe, pero en realidad me ha cubierto de una angustia aún mayor. Solo pensando si al despertar veré ese sol brillar como lo conocí antes. Pero hoy a amanecido húmedo y con la misma sensación. Solo me queda la esperanza de ver algún rayo de luz para sentirme más tranquilo.
Como el día. Nublado, lluvioso y algo frío. Me iré a dormir con una sensación algo extraña, y algo triste..No sé bien si cometí algún error o es producto de una sensación creada por mi imaginación. Lo único que sé, es que me arroparé bien, por que hasta casi tengo escalofríos. Una borrasca de pensamientos confusos, un mar de ideas algo alborotadas, y un viento de palabras que no dejan de bailar dentro de mí. Si, algo extraño me encuentro. Quizás el cambio de clima, o la ansiedad por querer que llegue la calma. Pero soy optimista y tengo la esperanza de arribar a buen puerto.
Entro por la puerta de mi jardín privado. Aún no está terminado ya que culminara cuando mi vida se acabe. Un jardín lleno de colorido y frescor. Lugares con sombras, y otros llenos de frescor primaveral. Árboles grandes que cubren rincones donde relajarse, y pequeños que ya empiezan a destacar. El color verde es la alfombra que paseo por la vida. Allí, si allí, justo al lado de la fuente esta una de las flores más bonitas. Pero cerré las lágrimas de la fuente para que esa bella flor no se marchitara. Justo aquí a mi lado la flor que me acompaña por la vida y la que me dio un pequeño brote que tendremos que cuidar. En este otro lugar, abierto y luminoso están mis otras flores. Flores amigas, arbustos impecables y que tienen hermosos frutos.
Si miras atrás, verás en mi jardín todo lo que planté en su momento y que siguen ahí para de vez en cuando poderlo admirar. Sé que sigo caminando por el césped verde de la vida, y sigo admirando todo lo que me rodea. La flor que siempre va conmigo me lo dice. Está encantada con este jardín. Aromas intensos, el trinar de los pájaros, y las flores que me hablan y susurran. La que está al lado de la fuente perece brillar cada día un poco más. Habrá que cuidarla con mucho tacto y mimo, así que prefiero cambiar la fuente de lugar.
Bonito anochecer en mi rincón. Con la compañía de una música susurrándome al oído, y una amistad que cada día me sorprende. Mi imaginación hoy está desbordada, y pienso por unos instantes que alianza tendré entre mi cuerpo y mi mente para no dejar de ilusionarme. Seguramente algo bonito sucederá. Casi seguro estoy de ir a dormir tranquila y placenteramente. Completamente puedo asegurar que mañana será uno de los mejores días de mi vida.
La mejor de las cocinas. Quizás la más potente y siempre evolutiva. Cocinamos amor, cariño, pasión, amistad, romanticismo, dulzura, pero a veces también cocinamos odio, desesperanza, abatimiento, enemistad, maldad. Todo un cúmulo de sabores agradables y amargos que dejan huella en nuestro caminar por la vida.
Feo, bajito,sencillo. Mejor de esta manera: Difícil de observar más que bajito, profundo, y si de sencillez hablamos, más que el mecanismo de un chupete. A menudo alegre, simpático, amable, cariñoso, comprensivo, optimista, enamoradizo, dulce, agradable.
Ningún regalo material, ni lo necesito en realidad. Nada mejor que el cariño, el abrazo y el baso de la persona amada. Sinceramente un gasto inútil. Esto no tiene precio y para mí, todos los días son San Valentín. Un te quiero, una caricia, un beso, una mirada; todo un cúmulo de sensaciones que cada día sea el día de los enamorados. Seguro que todos estamos enamorados de algo o de alguien, y por eso desde estas lineas quiero felicitaros a todo el mundo.
Hoy me estoy recreando en mi espacio. Tengo ideas para todos los gustos. Pero lo que más me atrae de todo, es que con ellas cumplo el sueño de otras muchas personas. No me importa el tiempo empleado, ni tampoco el cansancio de mi cuerpo. Lo que realmente me tiene ocupado es poder dar lo mejor de mi mismo para así repartir las emociones que mi alma necesita sacar.
Me gustan las caricias de tu voz al despertar. Suspiro por el cariño que me ofreces con el primer beso de la mañana. Me alegra ver tu dulce mirar mientras mueves tu cabellera enredada pos la almohada.
Con trabajo y paciencia he podido conseguir un retrato de mi persona. Paciente, y sin prejuicios.Todo lo que ocupa mi cabeza, siempre está en movimiento; buscando mejorar día a día, escudriñando en mi cerebro como sacar provecho a la vida. Nadie es perfecto, y mucho menos yo. Con mis defectos de carácter y no tan guapo por fuera, aún me siento orgulloso de mi aspecto exterior e interior. Aprendí a quererme a mí mismo tal y como soy, y a fijarme en mis sentimientos para mejorar mis deficiencias. Dulce, simpático, amistoso (dependiendo de como me vean desde otras perspectivas), y aunque a veces pueda resultar extraño de creer, no lamento ser algo vanidoso al decir que me quiero demasiado. Un retrato de personalidad que puede o no, agradar. Un retrato de sinceridad que algunos acepten y otros sin embargo, no. No me guardo nada; bueno sí. El cariño que solo sé sentir para mí, y que siempre llevaré conmigo allí donde vaya.
Hoy no tengo fuerzas ni ganas de escribir, pero me mueve la inquietud. No puedo describir la tristeza de esta noche invernal, llena de sensaciones extrañas, melancolía, tristezas, lágrimas y algo de frío en una noche algo amarga. Necesito un aire más limpio, y no tan frío. Estoy necesitado del calor de ese sol que cada mañana quiere aparecer, pero que al final, y aún estando en mi cielo, no irradia calor.
Ya empiezo a notar la necesidad de un cambio de clima. Quiero sentir un nuevo aire lleno de frescura primaveral, Mi cuerpo se debate entre el frío y el helor, y este me pide un cambio radical pero de forma paulatina.
Un pedazo de paseo por las calles de la ciudad, culminada en un parque. Luego de vuelta al colegio de los peques, para recogerlos minutos después. Que bonitos iban los niños disfrazados, y de los papis y mamis que también nos disfrazamos. Colorido, canciones, pitos, confeti, etc. etc. Genial, genial, y, otra vez genial. Eso sí, algo agotador ya que el día no se acababa con la recogida de los niños al colegio. Había que hacer algunas cosas más, y ahora ya, esto es lo último que me falta para ir a dormir feliz y satisfecho de otro día cumplido con gran orgullo. Mañana toca la fiesta de la ciudad. Creo que mañana si será mortal de necesidad. Viva el Carnaval y sus disfraces. Vergüenzas desnudas y colorido interminable.
No dejo de tener esperanzas en la vida. Nuevos retos que cumplir, y que estos salgan satisfactoriamente. Si tengo esperanzas de una vida mejor para mí y mi familia. Conocer gente nueva, visitar lugares nuevos, y tener más tiempo para poder disfrutarlos.
Mañana despertaré con algo diferente en la que poder disfrutar de tu presencia lejana. Lo de ayer quedará en el recuerdo del mañana. Esto es el significado de los sueños. Sé que estás cuando duermo, pero no te puedo alcanzar. Te observo durante la noche, pero no te puedo tener durante el día. Y te añoro al despertar ya que te fuiste dejando en mí, algún aroma que recordar. Eres frágil como las flores, de poca duración pero de intenso olor.
para conoceros enamorados.
No me importa, es algo que tengo guardado desde hace tiempo. No tenía sentido gritarlo a los cuatro vientos, ya que era muy importante mantenerlo en secreto hasta poder decirlo sin temor alguno.
