No me salen las cuentas si he de sumar las horas que paso pensando en ti. Una por aquí y otras mas que añado por si me dejo algo. Cuando multiplico la felicidad recibida por lo poco que te he ofrecido, me doy cuenta que la división no me alcanza para restar lo que mi corazón de ha de devolver. Las matemáticas no son lo mio, las palabras se me quedan cortas y las ideas deambulan sin sentido pensando en todas las cosas que podría ofrecer. Se nota que tampoco soy de letras, ya que mis neuronas se bloquean pensando en tantas y tantas cosas que me gustaría decirte incluso al oído. La ciencia tampoco es mi fuerte ya que no puedo ser ni de lejos médico o científico, ya que bastante miedo le tengo a un corazón herido y a las fórmulas para poderlo recuperar.Si he de ser sincero, mi cerebro solo sirve para la imaginación escasa del día a día, pero eso si, con el orgullo de intentar al menos de sumar las amistades de las que poseo. Si sumo amistad más felicidad me da como resultado sinceridad. Y si multiplico la sinceridad que tu me das me faltan números en el infinito. Pero al dividir el resultado me queda de resto el orgullo de ser tu amigo.
No me salen las cuentas como ves de lo tanto que necesito de tu amistad, pero desde este rincón de la imaginación os vuelvo a saludar como de costumbre para que multipliquéis vuestra felicidad por mi amistad.
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