jueves, 3 de enero de 2013

La ilusión

Como un niño con juguete nuevo me siento. Hoy he despertado con una sensación especial. Algo que hacía tiempo no sentía. Podría decirse que un grito de mi juventud haya hecho mella mucho tiempo después. No quiero despertar de este sueño que me embarga de emoción. La amistad ha llamado a mi puerta desde la distancia, y no la quiero perder.
Los vientos cambiantes dieron vueltas y vueltas hasta encontrar esa voz, que aunque silenciosa, me llena el corazón. Razón tenían los ancianos ancestrales cuando solo pedían al tiempo paciencia, y los abuelos de estos cuando clamaban a los vientos por acercarlos a la plenitud de su felicidad.
Yo ya lo encontré. No importó el tiempo transcurrido, ni siquiera apagué la llama de la esperanza. Solo dejé que la vida pasara delante de mí esperando una posible respuesta. Una amiga en la distancia, es más cercana que muchos conocidos alrededor. Gracias por ser como eres y por estar ahí. De todo corazón para ti.
Al resto del mundo sigo saludando desde mi rincón, y esperando alguna contestación.

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