Al atardecer vi despertar mi inspiración. Al caer el sol empecé a soñar despierto. ¿Que era aquello que me me embargaba la emoción? Quizás la tranquilidad y la serenidad del parque en un final de verano. Casi todo vacío, pero allí estaba yo, disfrutando de un placentero día. Rodeado de sombras y de recuerdos de la infancia, veía como mi hijo corría al igual que lo hacía yo por aquel tiempo. Esas sensaciones quedaron atrás, pero las recuerdo como si el tiempo se hubiese detenido en ese preciso instante. Volví a ser niño por un momento; muchas cosas dentro de mi, renacieron de nuevo. Momentos que ya, casi no recordaba, olores que casi ni reconocía, y esas fotografías de antaño en blanco y negro como las que acompañan estas palabras. Gracias a la recomendación de un amigo, que también a acompañado a que me vuelva a sentir inspirado y con aires de renovación.Mientras contemplo esta fotografía que tomé en un parque de Cornellá, os saludo con la esperanza de que salga el sol más alegre que de costumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario