viernes, 22 de marzo de 2013

Pesadillas

En la noche más oscura es cuando retornan las más horribles pesadillas. De niños, de adolescentes, de mayores y también de ancianos. En cada etapa de la vida siempre existen estas pesadillas que al tiempo se van trasformando. Monstruos, inquietudes, y miedos diversos invaden nuestros sueños. ¿Quien no ha tenido alguna vez pesadillas?. Lo peor en que nos despiertan a media noche con un sudor escalofriante y lleno de angustias. En algunas ocasiones parece faltar el aire para respirar.
Pesadillas, que mal suena y que palabra más horrible. A veces soñamos con estas por nuestras inseguridades, otras por un largo y duro día, pero todas con el mismo denominador, el miedo.
Oscuridad, temores, y otros ingredientes del sueño hacen que nuestra imaginación más profunda destape la caja de los truenos para campar a todo placer por nuestro cuerpo. Temblores, sudores, gritos, llantos sufrimientos, ansiedad, ahogos, terror y otras cosas más que en realidad solo significan una sola cosa; Pesadilla.
Mientras tanto y desde mi rincón acompañado por vuestra lectura sigo con la pesadilla de la persecución a la escritura, os vuelvo a saludar como de costumbre. Espero que vosotros no tengáis pesadillas.

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