domingo, 19 de mayo de 2013

Memorias de una estrella que quiere brillar (Capítulo 3 )

Esta noche he dormido mejor. Solo me he despertado cuatro veces por culpa de esos recuerdos que suelen convertirse en pesadillas. Y es que los sueños nos juegan malas pasadas. Hoy me duele la espalda, pero no importa. He seguido ocupada con las tareas del hogar. Mis hijos y mi marido necesitan de ese cuidado y de esa atención. Menos mal que tengo un marido que sabe comprender toda mis situaciones anteriores y entiende la forma de ayudarme. Un hombre muy inquieto pero lo suficientemente tranquilo como para darme esa armonía que mi vida llevaba tiempo reclamar. Sabe cuando necesito más cariño, cuando quiero sentirme un rato a solas, cuando quiero la luna y cuando quiero brillar.
Nuestros hijos no le van a la zaga. Son maravillosos y más atentos cuando me ven casi hundida en el sofá. No se separan de mi ni un momento y constantemente me dicen que si necesito algo de beber o de comer.
No me los como a besos porque los desgastaría de tanto quererlos. Un marido impresionante y atento y unos niños que aunque son algo traviesos a su edad siempre están rodeándome de abrazos y besos. Hoy aunque mi dolor de espalda parece ser un poco fuerte, me siento con más fuerzas que nunca. Puede que antes de irme a dormir me desahogue un poco más, retomando mis memorias, pero quería reflejar ahora el amor y el cariño que ahora si tengo. Empiezo a querer disfrutar y a darme cuenta que todas las torturas por las que he pasado no deben quedar ocultas en mi interior.


(MIENTRAS ESTE AFICIONADO DE LA ESCRITURA SIGUE IMAGINANDO
ESTA PEQUEÑA HISTORIA, OS SALUDO COMO DE COSTUMBRE DESDE EL RINCÓN DE MI IMAGINACIÓN)

No hay comentarios:

Publicar un comentario