jueves, 16 de enero de 2014

Y te olvidaste

Dejaste de mirarme para olvidarte de mi soledad. Yo me alejé de tu mirar para olvidarme de mi oscuridad. Fue entonces, cunado tu mirar se convirtió en observación, y mi mirar se tornó en fijación. Juntos conseguimos que mi soledad no fuera oscuridad. Bendito este mar de la imaginación, que nos hace navegar en el más profundo amor. Necesito que tus abrazos sean el aliento de mi existir, y yo buscaré dentro de mi, los mejores besos para que en tus labios los puedas sentir.
Te olvidaste del mundo por buscarme a mi, y yo agradecido, me desprendí del universo para robar la luna para ti. Ahora en la oscuridad de la noche marina sigo pensando, y por mucho que lo intento, todos los caminos me llevan al mismo razonamiento. Necesito de tu querer, y, aunque te olvidaste una lágrima en tu dulce tez, te lo vuelvo a repetir, sin tu presencia no se lo que es querer.
Desde este rincón de la imaginación, y sentado en el mar de mi pequeño sillón, os vuelvo a saludar, con la mejor ilusión. Saludos y abrazos.

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