miércoles, 1 de enero de 2014

Creciendo la felicidad

Su sonrisa ya no es forzada, sino sincera. Aún es pequeña y algo dubitativa, pero eso si, empieza a ser maravillosa. Empezó como una pequeña luz en el infinito oscuro pero, poco a poco va creciendo con personalidad propia. Me sorprende su movilidad ya que parece querer expresar sus propias inquietudes. Nunca imaginé que una estrella pudiera pensar por si misma; la lógica científica dice que la naturaleza del universo es la que toma las decisiones, pero esta quiere salir de las garras del universo para convertirse en una estrella con voluntad propia. Mis sueños se que dependen de mi personalidad y mis inquietudes diarias, pero esta estrella quiere presentarse ante mí cada noche para anunciarme que quiere vivir su propia vida junto a mis ilusiones.
Entre suspiros y con el lenguaje de sus destellos me susurró que quiere llorar junto a mí, las alegrías y las penas para aprender lo que un corazón es capaz de ofrecer y recibir. También me comentó haría lo posible para gritar desde el cielo mi alegría por verla crecer. Yo, lamentablemente solo puedo escribir en estas líneas su gran felicidad por querer ser única. La mejor de las estrellas, la más increíble de las luces en el universo, la diva de todos los corazones, y la diosa de la felicidad.
Desde este pequeño rincón de la imaginación y navegando por los mares de este pequeño blog, os vuelvo a saludar como de costumbre dejando otra de mis habituales preguntas: ¿Cuanta ilusión tenéis guardada en vuestro interior esperando a brillar como la mejor de las estrellas?

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