martes, 7 de enero de 2014

Acompañado

Parece ser que en esta nueva travesía la estrella quiere seguirme. No parece desaparecer con la llegada del alba, y eso me reconforta. De una luminosidad azul brillante quiere seguir mi camino para no volver a caer en el olvido. Si ella quiere, que se pose en la baranda de proa para que sea la luz principal de mi embarcación. ¿Cuantos sueños rotos en su corazón tuvo que pasar para que de una persona tan insignificante como yo, no se quiera desprender? Yo estoy muy agradecido por ello, y le debo un millón de cosas por el mero hecho de querer mi humilde compañía. Juntos llegaremos a las más bonitas aguas de la felicidad para zambullirnos en los mejores mares de coral.
Querida estrella, no dejaré que te apagues aunque el sol esté en lo más alto del cielo. no pienso perder de vista tu hermosura y la calidez de tus palabras. Grande como pocas, y cálida como ninguna. Te guardaré en la oscuridad de mi corazón para que seas tú la que alumbres la felicidad de mi gran pasión durante el día, y al anochecer dejar salir una pequeña parte de ti para admirar tus más bellas sonrisas.
Como de costumbre y como en cada narración, os vuelvo a saludar desde este pequeño rincón de la imaginación, deseando que la estrella que guía vuestras vidas no se apague y brille siempre con felicidad.

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