Lejos estoy de ti, pero a la vez tan cerca, que tu corazón puedo oír latir. Yo en las afueras de tu ser, y tú, mientras tanto, tan concentrado en tu interior, que mi corazón se deja llevar por la gravedad que me atrae por tu gran pasión. Caigo dentro de tu alma, y en tus brazos me dejo reposar soñando esos momentos en los que pudimos disfrutar. Otro de esos momentos para no olvidar que desde la niñez fuiste lo que siempre necesité querer.Yo seguiré rumbo a mi destino, que siempre será el que la brújula de tu corazón me indique, y no olvidando la estrella que nos une desde el cielo, a ti, Miguel, toda la vida te seguiré ya que, desde pequeño fuiste todo ilusión, ¿Que haría Dalila sin su Sansón?. Eres la compañía que iluminan con tu mirar las olas de este inmenso mar, y a la vez eres la alegría que desde el cielo nos quieres ofrendar.
Navegando en estos mares solitarios de la imaginación, y con la sola compañía de algunas personas queridas en la distancia, os vuelve a saludar este marinero de la ilusión que, disfrutando escribe con alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario