martes, 30 de abril de 2013

Nocturno

En la más profunda oscuridad de la noche, aparecen las sombras de la inquietud. Esas que se tornan pesadillas en tus más profundos sueños. Solo la luz tenue de la luna hace que esos, tus sueños, sean placenteros, y que las estrellas alumbren el destino del despertar más amable. La noche, si, esa que a muchos niños les asusta, esa misma que a los ancianos les atormenta, y a los adolescentes les atrae; la noche, la oscuridad del sol, el amanecer de las estrellas y la nostalgia de aquellos que solo suspiran por acariciar el más absoluto de los silencios. Nocturno y romántico placer, donde puedo recrear mis mayores ilusiones imposibles, donde puedo imaginar fantasías casi de adolescente, donde quiero permanecer para satisfacer este cerebro lleno de ideas para escribir.
Por que no decirlo, un adicto a la nocturnidad, a la casi oscuridad. Precioso momento para dar rienda suelta a la imaginación que surge de mis más profundos sentimientos. Amor, cariño, comprensión, amistad, sinceridad, y otros tantas cosas que sería de palabras hermosas, un sin parar. Nocturno, si; pero con la nostalgia de volver a ver otro amanecer para reencontrarme más tarde con esta nocturnidad.
Mientras tanto, y casi a punto de disfrutar de mis sueños más profundos, os vuelvo a saludar desde este,
mi pequeño rincón de la imaginación.

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