Mi felicidad

Hoy me siento bien, algo dolorido por un resbalón en el campo de fútbol, pero me siento bien. Satisfecho de entrenar a los peques, jugar un partidito con ellos y ver como se lo pasan. Hoy todo ha sido perfecto. Me he vuelto a sentir niño, y, recordando los viejos tiempos en que no había caída que hiciera daño. Mis posaderas ahora, están doloridas, pero mi mente está muy sana. He encontrado la felicidad plena viendo a estos mocosos correr y disfrutar. La velocidad con la que aprenden es vertiginosa, y su agilidad me supera.
Feliz me siento de poder contribuir a que sientan lo que en mis días de niño yo sentí. Feliz de estar jugando como si yo mismo fuese aquel niño que en su momento fui. No le pido más a la vida en este sentido. Quiero seguir sintiéndome niño para seguir jugando con ellos. No se es viejo mientras sigas disfrutando la niñez y la juventud.
Con pequeños dolores físicos, pero a pleno rendimiento mentalmente, os saludo desde mi rincón infantil.