viernes, 5 de septiembre de 2014

En el estanque

Visitando el pequeño estanque con su minúscula cascada, he visto grabado tu nombre en una de las piedras. Cosa que me llena el corazón, me enloquece la razón y resplandece más este pequeño rincón. Nombre bello, hermoso, tierno y esculpido con la pasión de la más tierna de las sirenas. El agua al saltar, canta de alegría pensando en encontrarte al final del estanque, pero las lágrimas que de tus letras se desprenden, hacen presagiar que no te hallarán en ningún lugar. Los peces se mueven en todas direcciones, y ni rastro de tu ser, y los tres nenúfares que flotan en el agua cristalina suspiran por tu querer.
Pregunté a las hadas del lugar, y nadie escuchó tu llegar. A los Elfos me dirigí, y ellos tampoco te vieron venir. ¿Como te puedo buscar? ¿por donde he de empezar? A veces pienso que todo esto es solo una simple y llana ilusión, pero mirando la piedra me afianzo en que todo se debe a una enorme pasión. En breve surcaré los mares de esta imaginación rumbo a no sé donde, pero como buen marinero, no importa el naufragio, si al final encuentro tu ser divino.
Mientras tanto, y volviendo a la realidad de esta vida, os vuelvo a saludar desde este pequeño y cálido rincón de la imaginación, esperando como siempre que se cumplan los mejores sueños de vuestra ilusión.

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