Derroche de suspiros embargan mi alma. Inmensos pensamientos abarcan mi ser, pero lo más inquietante de todo, es que a todos estos placeres, se añade otro mayor. No tiene sabor ni color; tampoco textura ni olor, pero aún sin estos, la esencia que provoca embargan mi pasión. Tiene un nombre muy común pero que muchas veces cae en el olvido. Es cierto que esta palabra la usamos demasiado a menudo sin prestar atención a los que realmente signifique. Quizás en conversaciones siempre tenemos esta palabra en la boca, posiblemente por agradar o por no querer dejar de lado a otros. Pero lo cierto es que poca gente sabe utilizarla como se merece. Una palabra que por encima de todo, debería ser respetada, incluso más allá de lo conocido.
Solo son siete letras, pero su grandeza es más inmensa que cualquier alfabeto. Esa palabra se llama AMISTAD. Tantas veces dichas por compromiso, otras tantas por conquistar.
Yo si que puedo decir que esa palabra la tengo por bandera en unos pocos, pero verdaderos amigos. El vínculo que me une a ellos hace aflorar todos los sentimientos que ocupan todo mi ser. Gracias a ellos, he sabido admirar esta palabra. Gracias amigos.
Bonita palabra; siete letras y demasiada larga para los amigos que tengo. Ellos se merecen eso y más.
Saludos desde mi rincón.
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