sábado, 30 de noviembre de 2013

Espejismos

Veo brillar el sol al atardecer sobre las aguas de mi imaginación, mientras sueño con esos ojos color turquesa que me tienen embelesado. No encuentro momento alguno para distraer la imaginación hasta otro lugar, pero si sueño con esos momentos de placer por fundirme ante ellos. Nada mas sincero, ni nada más verdadero que un mar de ilusión, que embarga mi pasión por esa mirada marina y con una sonrisa tan deslumbrante que, hasta las aguas del mar de la imaginación, sufre de celos. Puede ser que como en el desierto, el mar me brinde los mismos espejismos, pero benditos sean estos, porque me acercan aún más en la locura de mis más verdaderos sentimientos,
Va cayendo el sol en el horizonte, y yo sentado en la proa del mi embarcación, voy soñando con esta misma ilusión. Las lágrimas de San Lorenzo ya cayeron en Agosto, y aún en finales de Noviembre, espero alguna lágrima retardada para seguir soñando con alguna estrella quizás olvidada. No dejo de mirar al cielo, y seguramente encontraré esa lágrima que quiso se la última en salir para convertirse en la mejor de las estrellas del universo.
Mientras sigo soñando con el suspiro del corazón olvidado de un universo quizás dolorido, os sigo saludando desde este mar de la imaginación, sumergido dentro de mi pequeña habitación.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Poesía en mi mar.

Dicen que la poesía lo es todo, pero soy de las personas que opinan que ella sin sentimientos, no suenan a poesía. Mientras navego en el mar de mi imaginación y, soñando con la distancia del verdadero amor, os dejo esta poesía que sale desde mi más profundo corazón.


No es por mí, por quien quiero vivir.
Es por ti, por quien quiero morir.
No soy nada sin tu pequeño aliento,
y sin el, siento morir a cada momento.

Mañana será como volver a empezar,
para otra vez, volverte a conquistar.
No se bien si vivo en mi muriendo,
o más bien, por ti sigo viviendo.

Dentro de un mar de incertidumbres,
quizás, algo de muy malas costumbres,
pero lo cierto es que,por ti moriré
y en tu corazón siempre viviré.





Mientras sigo buscando en el interior de este mar desconocido de la vida cerebral y, pensando en algo nuevo que narrar, os sigo saludando como siempre os tengo acostumbrados a todo el personal.


sábado, 2 de noviembre de 2013

Un paseo en el recuerdo

Mientras navego por el mar de la imaginación, quiero dar un paseo por mis recuerdos. Esos momentos en los que creí alcanzar la felicidad y otros en los que creí estar totalmente hundido. Es tiempo de reflexión interna, para seguir avanzando con paso firme por este largo navegar de la vida. Las olas de este mar imaginario hacen que vengan a mi mente esos recuerdos de la infancia. Abrigado al calor de mis padres y hermanos en un pequeño camping de verano. Mosquitos, amigos, dormir a deshoras y levantarse al alba para zambullirme en las playas. Momentos inolvidables con algún susto que otro, dicho sea de paso.
Grandiosas vacaciones de verano, conociendo gentes de otros lugares, y ansiosos por aprender jugando en un recinto divertido y lleno de alegría.
Lo mejor de todo era la gran despreocupación por las aventuras que entrañaban nuestras fantasías infantiles.
No sentíamos el peligro, no nos dolían las picaduras de los mosquitos, y si caías al suelo, no importaba que te hicieras sangre en las rodillas o en los brazos. Eramos indestructibles, y toda herida era un galón para nuestras pequeñas batallas de la vida.
Mientras recuerdo esas sensaciones, y otras que ya escribiré, os saludo de nuevo desde este mar de la imaginación dentro de mi pequeño pero espectacular rincón.

Un nuevo amanecer

Tumbado en la cubierta, me he despertado aún con las estrellas del firmamento, pero parece que el sol quiere asomar por el horizonte marino. Me apresuro para tener los ojos bien abiertos para ver renacer el nuevo amanecer.
Parece que ya se despierta el sol por encima de las sábanas de agua oceánico, los delfines también asoman sus cabezas para saludar este nuevo amanecer, mientras yo, no quiero perder ni un segundo para desear a este nuevo día una travesía llena de felicidad. No hace frío, tampoco mucha calor. La brisa marina me deja el olor del mar fresco y los pequeños cantos de sus olas el sonido de la música más agradable. Agua alegre de la madrugada, delfines que salpican la cubierta de felicidad, un sol que renace, y una alegría que me invade. ¿Que más puedo pedir? Un nuevo amanecer ya crecido, florece con majestuosidad por encima del mar, y yo, entusiasmado, continúo con mi navegar. Este amanecer no lo olvidaré, ya que con él, me acercó más a tu querer.
Mientras tanto, y resguardado en el refugio de mi pequeño rincón de la imaginación, os vuelvo a saludar con toda mi felicidad.