Puede que la estela de una estrella fugaz, antes de quedarme dormido, pudiera dar pie a este magnífico sueño. Un sueño que se antoja algo especial por esa estrella fugaz. No quisiera olvidarme en decir que la vi nacer cercana a la luna, y sinceramente, ni la vi desaparecer. Fugaz, pero intensa, brillante y a la vez radiante. Lo que puedo asegurar es que esa estrella entró en mi corazón. Un sueño tan intenso como largo de explicar, por lo que en la próxima entrada comenzaré desde el principio de este sueño que quedó tatuado en mi memoria.
Mientras pongo en marcha la maquinaria de mis sueños en este rincón de la imaginación, os vuelvo a saludar den toda mi pasión, mientras os pregunto esto para que respondáis. ¿Son las estrellas tan fugaces como nuestros sueños?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario