Voy preparando de nuevo otra travesía que me llevará por unos mundos imaginarios que a buen seguro me depararán nuevas e intrigantes aventuras. No quiero olvidarme nada en el jardín que pudiera ser importante para la travesía. Parece que los pequeños seres que habitan mi jardín de la ilusión están dispuestos a ayudarme con esta tarea. Las hadas engalanan la embarcación, mientras los elfos y otros diminutos seres se encargan de llenar las bodegas.
Creo que ya estoy listo para zarpar, así que vamos allá. Pongo rumbo a alta mar dejándome llevar por la ligera brisa que roza las velas de mi Esmeralda. Los seres diminutos se despiden de mí, deseándome un pronto regreso y una alegre travesía. El sol ya brilla de amarillo por encima del mar y las olas parecen animarse con mi regreso. Algo me dice que esta aventura me deparará sorpresas inesperadas.
Mientras sueño con este paisaje, os vuelvo a saludar desde mi pequeño rincón de la imaginación, sin olvidarme que vosotros sois el alma de este pequeño blog.
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