martes, 9 de diciembre de 2014

Al anochecer

Poco a poco va pasando el día, y el sol parece ya cansado de tanto brillar sobre este precioso mar. Las estrellas ya van pidiendo paso para alumbrar mi largo navegar en la más absoluta soledad, y la luna ya me quiere acompañar. Poco a poco va llegando el anochecer, y mi embarcación ESMERALDA se quiere estremecer por encontrar ese preciado querer.
Al anochecer los pájaros marinos ya quieren descansar en los mástiles, los delfines se despiden de las olas y hasta mis sueños quieren aparecer. Todo se torna oscuro, y en esta soledad que la imaginación de este mar me da, vuelve a lucir con esplendor el mejor calor de algún pequeño pero gran corazón.
Ya casi anocheciendo, y con solo la compañía del sonido de este mar, no tengo otra compañía con la que disfrutar. Los peces se fueron a dormir, la luna brilla ya, pero la esperanza de escribir jamás desaparecerá.
Mientras navego en este mar solitario de la imaginación, os vuelvo a saludar refugiado en este rincón de la ilusión.

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