No hay marco para tan preciada escena. No tiene precio lo que ahora mismo estoy admirando en el estanque de mi jardín. No hay corazón que se pueda resistir a tan bella estampa. Todas las hadas disfrutando del agua, bebiendo, jugando y conversando. Las cuento a cientos, y entre ellas también se acercaron otros tantos seres diminutos para beber y jugar. Es tal la belleza que sería imposible plasmarla en un lienzo, y tanta la intensidad, que ni una fotografía pudiera mostrar todo su esplendor.
Al poco tiempo una de las hadas se ha acercado a mi, y me ha dicho casi en silencio que todas saben a lo que he venido.
Ha sido tanto mi asombro que casi no me doy cuenta que el agua de la cascada se separa para dejar paso a la reina de las hadas. Se llama Bracken Goblinglow, conocida entre todos los seres diminutos del jardín como la reina Brack. Hermosa, de cabello rubio y ojos verdes, y una sonrisa celestial. Sus alas transparentes y con un
halo de luz a su alrededor. Sin beber siquiera, se acercó a mi y me dijo:
- Tu fantasía hizo que yo fuera reina de tu jardín, así que solo necesitas saber de esta leyenda que buscas una sola cosa. Pregúntate esto ¿ que cosa marina puede hacerte llegar el sonido del mar? Mira mis cabellos y busca esa preciada pieza entre tu jardín y tu mar. Retorcida y alargada, fue nido de ermitaños y en ella se encuentra el mejor sonido que traen las olas.
Mientras pienso, y espero posibles respuestas de vuestra parte, os vuelvo a saludar desde este rincón de la imaginación más absurda, no sin antes rogaros una posible solución. A ver si me sorprendéis.
Que preciosidas. Me encanta. Gracias jose.
ResponderEliminarGracias a ti, por que trasmites ilusiones y ganas de vivir en un cuento de hadas. Eres toda una luchadora.
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