miércoles, 7 de agosto de 2013

Tonalidades de verde

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, por eso la pintaron de verde. El deseo de un niño que quiere crecer y el sueño de un adulto que no se quiere perder. Verde que te quiero verde, decía un poema convertida en canción, como el verde de la manzana, que parece una perdición. Verde intenso como el césped que mantiene viva la esperanza de rozar el cielo, otras variedades de verde en sus árboles porque ellos parecen alcanzarlo. Mirando a mi jardín todo me sabe a verde fresco, intenso y variado, pero al mirar al mar veo otra tonalidad de verde. Ese que da la costa queriendo poner una alfombra para entrar en la mejor de las aventuras. Quizá por eso a mi velero lo bauticé con el nombre de ESMERALDA. Un verde tan suave y tan intenso a la vez que, mantiene la dureza de la mejor de las esperanzas.
Verde, verde y más verde, es todo lo que me rodea. Frescura, aromas e intensas sensaciones de bienestar. Verde pálido para descansar, y verde intenso para admirar. En la próxima entrada me adentraré por la alfombra de la costa a bordo de mi velero para descubrir nuevas sensaciones.
Mientras sigo pensando y refrescándome  sobre estos verdes, os vuelvo a saludar desde mi pequeño rincón de la imaginación, con la ilusión de mantener viva la esperanza de seguir en mi niñez.

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