sábado, 14 de junio de 2014

Al calor de la luna

Ya se ocultó el sol y la luna es ahora la que ocupa su lugar. Poco a poco me voy alejando de esta isla en la que me parece ver las sombras de mi jardín casi olvidado. Pronto volveré a él, pero antes he de seguir mi travesía.
Parece que el calor no se disipa con la noche, y al calor de la luna sigo navegando con mi Esmeralda. La piel blanca de mi embarcación parece brillar más a la luz de esta inmensa y resplandeciente luna. La imaginación me ocupa un millón de profundos sentimientos. El olor de las flores de mi jardín, el susurros de las hadas que lo habitan, el vaivén de los elfos correteando entre los arbustos, el cantar de los pájaros que allí anidan y el sonido de las aguas de la cascada. Tantas cosas en mi mente y en tan solo un segundo.
Mientras sueño con los ojos abiertos y la mirada en el océano de la ilusión, me vuelvo a despedir desde este pequeño y agradable rincón, deseando que vuestras ilusiones y vuestros sueños se hagan realidad.